Hace un rato, trabajando en mi nueva web, para ser más concreto, buscando material gráfico de calidad para que luzca y aprovechando para reorganizar un poco el archivo, me he topado con el reportaje de andar por casa que hice en el camino de Santiago, y he sentido cierta morriña, ya que en aquél viaje descubrí valores éticos ya casi olvidados, en cierta manera volví a creer en el género humano, conocí personas maravillosas y descubrí parajes mágicos, inolvidables y evocadores hasta el más mínimo detalle.
Casi prefiero que vuelva a salir el sol, es ponerse una nube y me pongo melancólico 😉