El puente de la imagen está en la ciudad termal de Bath, a 10 minutos en tren de Bristol (me encanta Ryanair) y es uno de los cinco puentes que hay en el mundo que están habitados y tienen tiendas. Bath es una ciudad preciosa, elegante y cuidada como pocas, y es patrimonio de la humanidad.
El día que hice esta foto llovía y hacía frío (mucho frío) y la luz era mala mala como un demonio, por lo que he tenido que retocarla un poquillo en el ordenador, dándole contraste y saturación ya que el día era plomizo a más no poder.